La Aceptación personal

El primer paso para iniciar el proceso de aceptarnos, el más importante y el más sencillo, es que nos reconozcamos: Yo, Fulano, me acepto como soy, me reconozco y me gusta lo que pienso, mi aspecto físico es agradable, mi inteligencia y mis talentos me ayudan a salir adelante, pero, sobre todo, soy un ser humano valioso para mi familia y para la comunidad en la cual me desempeño.

Reglas básicas de aceptación:

  • Conozcámonos:

Identifiquemos los aspectos que nos definen. Hagamos una lista de lo mejor de nosotros mismos, de nuestras inteligencias, talentos, valores, características físicas e intelectuales, lo mejor de nuestra personalidad, lo que nos gusta de nosotros mismos y lo que queremos mejorar.

  • Nosotros somos nuestra propia prioridad:

Nosotros somos lo más importante del universo, los primeros en los que nos debemos interesar, debemos sentirnos a gusto y bien con nosotros mismos. Debemos estar limpios y arreglados de acuerdo con la imagen que queremos reflejar de nosotros mismos.

  • Reconozcamos nuestro valor:

Pensemos todos los días que no hay nadie como nosotros en el mundo. Que nos merecemos que pase lo mejor. Con esto claro, será más fácil enfrentar cualquier comentario desobligante sobre nosotros mismos.

  • Aceptémonos como somos:

Somos lo que somos, perfectos pero imperfectos. Cuando reconocemos lo que somos, estamos en el camino de aceptarnos y de mejorar y corregir nuestros errores, así, podemos trazarnos una meta clara para alcanzar lo que queremos.

  • Aplaudámonos:

Aplaudamos cada día lo que somos, los pequeños y los grandes logros, lo que hemos hecho bien en la vida y en el día a día. Nosotros debemos reconocer y felicitarnos por nuestros éxitos, por la buena labor que desempeñamos en el día a día. Somos lo mejor que tenemos.

  • Amémonos:

Reconozcamos nuestras fortalezas y debilidades, y querámonos. Tal cual como queremos a otros que también tienen cosas buenas y otras no tanto. El trabajo constante en amarnos tal cual somos, nos permite reconocernos, aceptarnos y seguir adelante. No debemos compararnos, somos únicos.

  • Identifiquémonos:

Con nuestra inteligencia, nuestros talentos y nuestra personalidad. Tengamos en cuenta los efectos que producimos en los demás y tengamos cuidado de no lastimarlos. Enfoquémonos en los que nos hace especiales.

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