La glucosa la obtenemos a través de los alimentos que comemos, la insulina es la hormona encargada de que el organismo utilice la glucosa para producir energía. Hablamos de diabetes, cuando una persona tiene muy altos los niveles de glucosa o azúcar en la sangre y no produce suficiente insulina. Es una enfermedad crónica.
Según la Organización Mundial de la salud, 1 de cada 11 personas en el mundo tiene diabetes.
Existen dos tipos de diabetes:
Diabetes tipo 1, cuando el cuerpo no produce insulina, se presenta en la infancia y es considerada una enfermedad autoinmune, por eso también es llamada diabetes juvenil o insulino-dependiente. Diabetes tipo 2, cuando el cuerpo no produce o no usa la insulina de manera apropiada. Con poca producción de insulina, la glucosa permanece en la sangre. Es la más común.
Con el tiempo, la diabetes puede causar graves problemas en el organismo, generar enfermedades y dañar otros órganos; sobre todo si no está bien controlada.
Importancia del diagnóstico temprano de la diabetes
Muchas personas tienen diabetes y no están diagnosticadas. Esto es muy grave, pues un retraso en el diagnóstico aumenta las probabilidades de complicaciones. Entre más pronto tengamos el diagnóstico, tendremos mejores opciones de tratamiento para tener una buena calidad de vida.
Síntomas de la diabetes
Muchos de los síntomas de la diabetes nos parecen inofensivos y por eso no consultamos al médico. Si tenemos uno o más de estos síntomas, debemos consultar a nuestro médico:
Diabetes tipo 1
- Permanente necesidad de orinar
- Sed a toda hora
- Sensación de hambre exagerada
- Pérdida de peso inusual
- Irritabilidad
- Fatiga inusual
Diabetes tipo 2
- Permanente necesidad de orinar
- Sed a toda hora
- Sensación de hambre exagerada
- Pérdida de peso inusual
- Irritabilidad
- Fatiga inusual
- Infecciones frecuentes
- Visión borrosa
- Heridas y hematomas que tardan en sanar
- Cosquilleo o entumecimiento de manos o pies
- Infecciones recurrentes en las encías o en la piel